No comas por comer, come con un propósito.
La diferencia empieza en el plato.
Si quieres mejorar tu rendimiento en el fútbol (o cualquier otro deporte), tu alimentación no puede ser al azar. Cada comida tiene que ser una herramienta para acercarte a tu objetivo.
Y, ¿cuál es tu objetivo?
– Mejorar el rendimiento
– Optimizar la recuperación (dentro y fuera del campo)
– Mantener el peso
– Mejorar la composición corporal
– Prevenir lesiones
– Mejorar la función cognitiva y el estado de ánimo
– Ganar duelos aéreos/choques
– Mejorar la capacidad de sprint/acciones alta intensidad
Es imprescindible tener claro tu objetivo para saber que hacer. Si no lo tienes claro, puedes estar quedándote atrás.