¿Bebes agua sólo cuando tienes sed?

Si quieres empezar a cambiar tu cuerpo, debes ser consciente que no sólo es cuestión de dietas sino de pequeños cambios de estilo de vida. Estos cambios tienes que mantenerlos en el tiempo para que tengan una mayor efectividad. Puedes empezar por mejorar tu hidratación.

La recomendación genérica de 2L no aplica para todo el mundo. La sed es una señal tardía que llega cuando el cuerpo nota que la pérdida de agua es considerable. Beber sólo atendiendo a este mecanismo puede ser insuficiente. Tu necesidad de agua depende de tu cuerpo (genética, adaptación al calor…), de tu actividad (duración e intensidad del ejercicio) y del entorno (clima, temperatura…).

Por lo tanto, no esperes a tener sed y empieza a beber agua regularmente a lo largo del día y veras como: mejora tu rendimiento físico y mental, favorece la digestión y la salud intestinal, regula la temperatura corporal y apoya la función renal y la eliminación de toxinas.

Si eres deportista, una correcta hidratación es aún más importante ya que cuando hacemos ejercicio nos deshidratamos, y una pérdida superior al 2% del peso corporal durante el ejercicio se entiende como una deshidratación excesiva. Esto provoca una disminución en el rendimiento (desregula la Tº corporal y aumenta la fatiga y el riesgo de lesiones), pero si no queremos que esto suceda es muy importante ajustar al máximo la hidratación calculando la tasa de sudoración.

¿Cómo calculamos la tasa de sudoración?

Pésate antes y después de entrenar (con la vejiga vacía e idealmente sin ropa).

– Durante el entrenamiento registra el volumen de agua consumida (teniendo como referencia que 1L equivale a 1kg)

– Durante el entrenamiento registra la cantidad de orina excretada (si no podemos registrarla, podemos tomar de referencia 0,3L por cada vez que se orina).

Cuando tengamos todos estos datos, simplemente aplicamos la fórmula y nos va a dar el resultado de nuestra tasa de sudoración. Con este dato, sabremos cuánta agua exactamente (y electrolitos) tenemos que ingerir para mejorar la recuperación y el rendimiento.