La función mitocondrial y los sensores nutricionales

La función mitocondrial y los sensores nutricionales

La mitocondria es el motor energético de las células, es decir, son las encargadas de crear la energía mediante la respiración celular. Por lo tanto, la función mitocondrial consiste en la capacidad del cuerpo para adaptarse a la alta o baja demanda energética.

La función mitondrial y los sensores nutricionales están estrechamente relacionados, ya que son factores estresantes encargados de regularla. Tanto un déficit como un exceso de estos factores conducen a una situación negativa, y en consecuencia, a una mala función mitocondrial. Estos sensores son 3:

  • Sensor INSULINA/IGF-1: es un sensor anabólico, es decir, se activa cuando hay una ingesta de comida, principalmente de HC (glucosa). Esto provoca un aumento en la liberación de insulina por medio del páncreas, y, por tanto, la unión de la insulina a los receptores de insulina activando así la Pl3K, encargada de la proliferación celular. Está encima activa a su vez la vía mTOR que es el segundo sensor nutricional.
  • Sensor mTOR: también es un sensor anabólico, y puede activarse de 2 formas: al activarse Pl3K mediante la activación del sensor Insulina/IGF-1, o al ingerir mucha proteína (aminoácidos). Si el sensor mTOR está activado, el sensor Insulina/IGF-1 también lo va a estar, y, por lo tanto, estaremos ante una situación de síntesis proteíca y proliferación celular.
  • Sensor AMPK: este sensor se activa con el ejercicio de alta intensidad, en situaciones de ayuno o de ingesta de alimentos más saludables (vegetales) donde la energía es más baja. En estas condiciones, este sensor provoca que se utilicen de forma más óptima la glucosa y los ácidos grasos, mejorando así la flexibilidad metabólica.